"Se cierra o se privatiza": la definición del Presidente sobre Aerolíneas Argentinas
Milei reiteró críticas a la administración estatal de la compañía, a la que acusó de deficitaria.
Javier Milei reafirmó su postura de no permitir que Aerolíneas Argentinas continúe bajo administración estatal, lanzando críticas sobre la gestión y el déficit de la aerolínea de bandera. "O se cierra, para cortar con el déficit, o se privatiza, pero no va a seguir en manos del Gobierno", afirmó en una entrevista radial este miércoles, argumentando que el modelo actual no justifica el dinero que se destina a subsidios.
El mandatario sostuvo que "cuando se subsidia una actividad, como es el caso de Aerolíneas, se deberían ver mejoras en la calidad o en el precio. Pero lo que vemos son privilegios para los trabajadores". Sobre otros temas, Milei aseguró que los problemas de inflación e inseguridad, que considera que fueron los temas más urgentes al asumir el poder, "hoy cayeron fuertemente" gracias a los avances de su gestión.
Las negociaciones
Tras intensas reuniones que se extendieron hasta la madrugada de este miércoles, Aerolíneas Argentinas y tres sindicatos del sector alcanzaron un preacuerdo que busca poner fin a las tensiones laborales que se habían intensificado en las últimas semanas.
La negociación involucró a representantes de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), quienes dialogaron durante más de 13 horas junto a las autoridades de la aerolínea de bandera. Aunque la firma del acuerdo aún debe ser ratificada por las asambleas de los gremios, fuentes sindicales aseguran que su aprobación es prácticamente un hecho.
También se modificaron las políticas de beneficios en el uso de pasajes gratuitos y con descuentos, limitando el acceso a asientos en clase Ejecutiva para los pilotos y tripulantes solo si hay disponibilidad. Además, se revisaron los tiempos de descanso para vuelos de larga distancia, mejorando la eficiencia operativa en rutas como Roma y Madrid.
Uno de los puntos más debatidos fue la política de uso de remises: a partir de ahora, los pilotos y tripulantes comenzarán a contar sus horas de trabajo al llegar al aeropuerto y no desde el momento en que abordan el transporte hacia el mismo. Este ajuste, que generó controversia en la negociación, se aplicará progresivamente a medida que se terminen los contratos vigentes con las empresas de transporte.